Las parteras tradicionales tienen el don de dar vida. Generalmente sus aptitudes se las atribuyen a Dios y básicamente a la experiencia. Ellas por lo común son indígenas, radican en pueblos y rancherías, pero tienen un rol importante en la sociedad del Totonacapan.
Yolanda Texco Juárez, partera tradicional, con 26 años de experiencia, originaria de Coyutla, cuenta que en ese lapso recuerda que ha atendido en promedio 650 partos en distintos municipios del norte veracruzano.
Sus manos morenas y marcadas por los años, sostienen un ramo de hierbas, las cuales ocupa para atender el parto y evitar complicaciones y reconoce que algunos casos se dificultan pero «Gracias a Dios todo ha terminado con buenos resultados».
Esas manos han cargado las nuevas vidas y también ha dado las primeras «nalgadas» para que el bebé suelte el llanto «eso sirve para la respiración» cuenta la señora de 52 años quien viste traje regional, flores bordadas y el quexquen característico del totonacapan.
Ella asistió al «Curso de Parteras Tradicionales con enfoque Intercultural» el cual se desarrolló en la Jurisdicción Sanitaria 3, en donde les enseñaron nuevas técnicas de higiene y de detección de riesgos en un embarazo.
En la entidad veracruzana se tiene el registro de 2 mil 200 parteras adheridas al sector salud, explicó Irene Hernández Cuevas, Coordinadora Estatal de parteras tradicionales en el estado de Veracruz.
En los 21 municipios que atiende la Jurisdicción Sanitaria 3, son 247 parteras tradicionales de las cuales asistieron 75 al curso impartido por la Secretaría de Salud. En la Sierra de Zongolica hay un promedio de 400 mujeres que atienden el alumbramiento, en San Andrés Tuxtla, 350; Pánuco 300 y en otros lugares es escaza como en el Puerto de Veracruz con 60; Xalapa y Martínez de la Torre con 85 cada uno.
Los representantes del sector salud en la región pretenden certificar a 500 parteras y Yolanda Texco es una de ellas y quien también recibió el botiquín para atender los partos en las comunidades.
El kit incluye dos batas, dos pinzas, dos tijeras, 100 pares de guantes, 2 termómetros, 100 brazaletes, 400 gasas, un carrete con seis rollos de tela adhesiva, agujas, jeringas, un galón de jabón, entre otros artículos que les obsequiaron durante el curso.
Durante la actividad, se hizo la representación de cómo se atienden los partos de manera tradicional y sobre todo aquellos que se complican durante el proceso. Se ejemplificó con los cuidados de la madre y aquellos que provienen del esposo y familias que le rodean, así de cómo atender y dar aviso a los médicos en caso de riesgos.
Fuente: Noreste.net
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